sábado, 7 de mayo de 2011

ESTRUCTURA Y CLASIFICACIÓN DE LOS SALMOS

La estructura del libro de salmos es:


  1. Libro primero, Sal. 1-41, que termina con una doxología y un doble "Amén" (Sal. 41: 13).
  2. Libro segundo, Sal. 42-72, que termina con una doble doxología, un doble "Amén", y la leyenda: "Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí" (Sal. 72:18-20).
  3. Libro tercero, Sal. 73-89, que termina, como el libro primero, con una doxología y un doble "Amén" (Sal. 89: 52).
  4. Libro cuarto, Sal. 90-106, que termina con una doxología, un "Amén" y un aleluya ("Bendito Jehová Dios de Israel", Sal. 106: 48).
  5. Libro quinto, Sal. 107-150, termina con el Sal. 150, que comienza y termina con un aleluya ("Alabad a Dios"), y es en sí mismo un prolongado aleluya.
El libro de salmos en realidad es la colección de 5 libros, el libro de salmos no tiene capítulos sino salmos,
ejemplo: no se dice salmo capitulo 23, se dice el salmo 23.

Los salmos han sido clasificados en varios temas pero para nuestro estudio utilizaremos la clasificación del comentario adventista. la clasificación sera:
a. Naturaleza. Sal. 8, 19, 29, 104. Los hebreos, que vivían apegados a la tierra, eran amantes de la naturaleza. Sin embargo, su amor a la naturaleza nunca fue un fin en sí mismo, sino un medio que les señalaba al Dios de la naturaleza y los inducía a magnificar su majestad y poder creadores.
b. Históricos y nacionales. Sal. 46, 68, 79, 105, 106, 114. De los grandes incidentes del pasado, por deprimentes o reanimadores que hubieran sido, los salmistas extraían amonestaciones en cuanto a la conducta diaria e inspiración para el futuro. Su lealtad a Dios era siempre el punto central de su patriotismo. Era él quien los inspiraba en tiempos de crisis nacional.
c. Didácticos. Sal. 1, 15, 35, 71. Los salmos abundan en consejos morales, éticos y religiosos.
d. Mesiánicos. Sal. 2, 22, 69, 72, 110. Se presenta al Mesías en su carácter divino-humano, en su humildad y exaltación, en su sufrimiento y gloria, en su servicio sacerdotal y dignidad como Rey, y en el triunfo final y la bienaventuranza de su reino eterno. El cuadro que presenta el NT de Cristo como Profeta, Sacerdote, Redentor y Rey está predicho en los salmos. Se ha dicho que de los salmos casi podría compilarse un tratado sistemático sobre el Mesías. Demás está decir que los salmos mesiánicos son también salmos proféticos. David no solamente fue cantor, sino también profeta (Hech. 2: 29, 30).
e. Penitenciales. Sal. 6, 32, 38, 51, 102, 130, 143. David se destaca como uno de los grandes penitentes de la Biblia. Es verdad que pecó gravemente, pero también es cierto que repudió enérgicamente su pecado, rindiéndose con dolor y contrición a los pies de su Salvador. Es significativo que de los siete salmos penitenciales, cinco 630 son atribuidos al rey-poeta, quien, cuando tuvo que hacer frente a la parábola de] profeta Natán respecto a la corderita, confesó inmediatamente: "Pequé contra Jehová" (2 Sam. 12: 1-13).
f. Imprecatorios. Sal. 35, 52, 69, 83, 109. Varios salmos censuran o maldicen a los enemigos de Dios y de su pueblo, por lo cual su tono parece contrario al espíritu con el cual Cristo declaró que debiéramos tratar a un enemigo (Mat. 5: 44). Para aclarar esto, expositores muy diversos han ofrecido las siguientes sugestiones, de valor variado:
1. La expresión de amenaza puede entenderse más como profética que como imperativa. El salmista prevé el castigo; éste no sobreviene en respuesta a su petición. Los verbos que expresan vivo deseo de venganza pueden considerarse como advertencias más bien que como expresiones de anhelo.
2. El carácter concreto del pensamiento y la expresión de los hebreos tendía a asociar al pecado con el pecador como una sola cosa.  A la mente hebrea le resultaba difícil albergar la idea abstracta del pecado, salvo en la forma en que lo veía personificado en el pecador. El pecado y el pecador no eran separados, sino compañeros inseparables. Destruir al pecado equivalía a la destrucción del pecador.
3. Los hebreos creían que eran representantes escogidos de Dios entre los impíos. Por eso consideraban que un ataque de los paganos dirigido contra ellos era un pecado contra Dios y, por lo mismo, se sentían obligados a contraatacar. El salmista, consciente de ser ungido de Dios, siempre habla en nombre de Dios. Cuando el enemigo lo acosa, en realidad persigue a Dios. En relación con esto nótese que Moisés, en la apasionada intensidad del vibrante discurso de Deuteronomio, a veces deja de usar el pronombre de tercera persona y, por así decirlo, sin transición o frase explicativa alguna, habla directamente de la boca de Dios (ver Deut. 11: 13-15; 29: 5, 6). Puesto que el salmista escribía bajo la inspiración divina, tenía el derecho no sólo de censurar el pecado sino de pronunciar una sentencia contra el pecador. Estas imprecaciones contra el enemigo pueden compararse con las maldiciones contra los israelitas mismos por caer en el pecado, que se registran en Lev. 26, Deut. 27 y 28; con las censuras de Isa. 5: 24, 25; 8: 14, 15; Jer. 6: 2 l; 7: 32-34; con las vigorosas expresiones mediante las cuales Jesús censuró a los escribas y fariseos (Mat. 23), y con las palabras de los escritores del NT en Hech. 5: 3, 9; Gál. l: 8, 9; 5: 12; Sant. 5: 1-3. Como lo indican estas referencias, las imprecaciones de la Biblia no se limitan a los salmos, ni siquiera al AT. Se las encuentra también en el NT.
4. Hay que entender las acusaciones contra el pecador en armonía con el marco histórico de los tiempos en los cuales se escribieron. Entonces la gente se expresaba con vigor y con vívidas figuras de lenguaje. Los escritores de la Biblia expusieron sus ideas en lenguaje humano y en un estilo familiar para sus contemporáneos. "La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Es la forma de la humanidad.  Dios no está representado como escritor.  Con frecuencia los hombres dicen que cierta expresión no parece de Dios.  Pero Dios no se ha puesto a sí mismo a prueba en la Biblia por medio de palabras, de lógica, de retórica.  Los escritores de la Biblia eran los escribientes de Dios, no su pluma" (1MS 24).
g. Oración, alabanza y adoración. Sal. 16, 55, 65, 86, 89, 90, 95-100, 103, 104, 107,142,143, 145-150. La voz del salmista se oye de continuo en oración: "Con mi voz clamé a Jehová" (Sal. 3: 4); "Oye mi oración, oh Jehová" (Sal. 39: 12); y en alabanza y adoración: "Te exaltaré, mi Dios, mi Rey" (Sal. 145: l), "Bendice, alma mía, a Jehová; y bendiga todo mi ser su santo nombre" (Sal. 103: l). Todas las vicisitudes de la 631vida se elevan por encima del medio ambiente y se las presenta como un tema de alabanza.
h.Peregrinación. Sal. 120-134. Son, en esencia, canciones populares, llamadas "cántico gradual" [canción de las subidas] en el sobrescrito.  Estos cánticos tal vez eran entonados por los peregrinos mientras iban a las grandes fiestas en Jerusalén.
En hebreo estos salmos se llaman shir hamma'aloth (se designa al Sal. 121 como shir lamma'aloth).  Ma'alah deriva de la raíz 'alah, que significa "subir". Ma'alah se usa para referirse al ascenso o regreso a la patria desde Babilonia (Esd. 7: 9), para indicar "escalones" o "escaleras" (Exo. 20: 26; 1 Rey. 10: 19) y "grados de un reloj de sol" (2 Rey. 20: 9). En el título de estos salmos, ma'alah quizá se refiera a las peregrinaciones a las fiestas de Jerusalén (cf. su uso en Esd. 7: 9). La Mishna dice lo siguiente: "Quince gradas llevaban ... [del atrio de las mujeres] al atrio de los israelitas, y éstas correspondían a los quince cánticos de Maaloth en los Salmos, y sobre ellas cantaban los levitas" (Middoth 2.5). En Sukkah 5.1-4 se describe la primera noche de la fiesta de Tabernáculos. Se dice que los levitas tocaban arpas, liras, címbalos y trompetas sobre las quince gradas. La escena estaba iluminada por candeleros de oro en el atrio de las mujeres y la música seguía hasta el amanecer.
i. Salmos alfabéticos o acrósticos. Las letras iniciales de los versos de los Sal. 9, 10, 25, 34, 37, 111, 112, 119, 145 tienen en el texto hebreo una sucesión alfabética. Los nombres de estas letras iniciales se mantienen en algunas versiones. En la RVR encontramos los nombres de estas letras al comienzo de cada estrofa del Sal. 119. Los salmos acrósticos son de tres clases:
1. En unos, la primera letra de cada verso está en orden alfabético (Sal. 25, 34, 111, 112, 145; con unas pocas excepciones menores en Sal. 25 y 34).
2. En otros, las letras del alfabeto dan comienzo a versos alternados (Sal. 37) o están al principio de versos que se hallan a intervalos más amplios (Sal. 9 y 10).
3. El Salmo 119 se divide en 22 estrofas de 8 versos cada una, y cada línea de cada estrofa comienza con una misma letra del alfabeto. Las estrofas están precedidas alfabéticamente por las 22 letras hebreas.
El acróstico se usaba, sin duda, para ayudar a memorizar, lo cual se anticipó a nuestros abecedarios en más de 2.000 años. Por regla general, no se usan los salmos acrósticos para mostrar el desarrollo de un tema, sino para hacer repeticiones con palabras diferentes e ilustraciones variadas. Estilísticamente se caracterizan por la riqueza de expresión.
La presencia del acróstico -en los salmos donde se lo emplea- se ha indicado en este Comentario mediante los caracteres del alfabeto hebreo, colocados en el margen (ejemplo, Sal. 119). Hay una lista de las 22 letras del alfabeto hebreo en la pág. 15.
fuente comentario biblico adventista pag. 630-632


2 comentarios:

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